Los activistas españoles han fracasado en una campaña para facilitarles la vida a los burros locales que montan los turistas. Su propuesta de limitar el peso de quienes deseen montar a 80 kilogramos terminó en fracaso, escriben los medios españoles.
La campaña se lanzó en el sur del país, donde este entretenimiento tiene una gran demanda. Montar en burro aquí es uno de los "atractivos", especialmente en los pueblos pequeños de España.
Las autoridades locales consideraron que el requisito de limitar el peso para quienes deseen viajar no es obligatorio, porque "no hay problema".
Sin embargo, según los activistas, este no es el caso en absoluto. Todos recuerdan un incidente en la provincia de Córdoba en 2014, cuando un turista corpulento de 38 años saltó sobre un burro, que mató al animal pocos días después.