La orquídea es una flor hermosa, pero muy caprichosa que requiere un cuidado delicado. Cuando las raíces crecen con fuerza, es necesario trasplantar a un recipiente más grande. Los errores durante este procedimiento tienen un efecto negativo en el estado de la planta y, a menudo, conducen a la muerte. Para no dañar la belleza exótica, siga algunas reglas.
Romper la olla vieja
La primavera se considera el mejor momento para el trasplante. Recuerda que no puedes trasplantar una orquídea durante la floración.
Es necesario quitar la flor con el suelo, de lo contrario existe el riesgo de dañar las raíces. Son frágiles y se rompen fácilmente en las manos. En este caso, la orquídea morirá. La operación debe realizarse sin prisas.
Para que las raíces sean más flexibles, riegue la tierra antes de trasplantar. Después de eso, las paredes del recipiente de plástico blando temporal se amasan con los dedos. Pero no podrá sacar suavemente la orquídea de una maceta permanente rígida, entonces tendrá que romperla o romperla.
Eliminamos partes innecesarias de la planta.
Al trasplantar, es importante deshacerse de la flor de todo lo superfluo. Se eliminan las hojas secas y amarillentas. Si se ven rastros de podredumbre en las raíces, las partes dañadas se eliminan con cuidado y la enfermedad no se propagará más.
Para ver bien las raíces, se lavan previamente con agua corriente tibia y luego se dejan secar durante varias horas. Los vástagos podridos serán de color marrón. Se separan cuidadosamente con tijeras o tijeras de podar. En este caso, capturan alrededor de un centímetro de tejido sano. Las cuchillas se limpian previamente con alcohol para evitar infecciones.
Procesamiento de rebanado
Al eliminar las hojas dañadas y los fragmentos de las raíces, los sitios de corte deben tratarse con desinfectantes. Si no se hace esto, las bacterias y los hongos patógenos pueden penetrar fácilmente en las heridas frescas y la planta puede enfermarse gravemente.
Para el procesamiento, se recomienda utilizar una solución débil de permanganato de potasio. Puede rociar estos lugares con canela molida o carbón activado triturado. A veces, el yodo y el verde brillante también se utilizan para este propósito.
Selección de ollas
Elegir el contenedor adecuado para cultivar una orquídea juega un papel importante en su crecimiento y floración. Tome una maceta que sea unos centímetros más grande que la parte subterránea de la planta. Entonces la flor no sufrirá tirantez, pero no necesita un recipiente demasiado espacioso.
El material no es importante, la flor también se siente muy bien en plástico. El fondo necesita orificios de drenaje para drenar el exceso de agua y proporcionar ventilación. Si no hay agujeros, se pueden hacer fácilmente con un clavo caliente.
Lo mejor es comprar un recipiente transparente. El sistema de raíces de las orquídeas también está involucrado en el proceso de fotosíntesis, por lo que necesita luz solar.
Para ejemplares grandes, se coloca un peso en el fondo de la olla para que no se dé la vuelta.
Sustrato de alta calidad
Las orquídeas son exigentes con las condiciones de crecimiento. Una de las claves de su salud se considera un suelo adecuado. Compra un sustrato de alta calidad y especialmente diseñado para estas flores. Ayuda a retener la humedad y mantiene la planta de forma segura en la maceta.
Los más utilizados son la corteza de pino, la turba o la fibra de coco. La capa inferior debe ser de drenaje para evitar el estancamiento de la humedad. El desarrollo y la floración dependerán en gran medida de la composición del suelo.El sustrato no debe compactarse fuertemente para que el sistema radicular pueda respirar.
A las orquídeas les gusta regar con moderación, pero con regularidad. El agua se defiende preliminarmente para que se caliente a temperatura ambiente y elimine los compuestos de cloro.
La belleza exótica no tolera el aire seco, es útil rociar periódicamente sus hojas con agua.
El trasplante es muy estresante para la planta, incluso si se realiza de acuerdo con las reglas. Se supone que debe realizarse no más de una vez cada 2-3 años. Después del procedimiento, la flor necesita protección de la luz solar directa, durante 2 semanas se coloca en un lugar sombreado lejos de aparatos de calefacción y corrientes de aire. La recuperación completa llevará algún tiempo.