Verduras
El éxito del cultivo de tomates depende de la calidad del material de siembra. Es en la etapa de preparación de semillas para plantar que se sientan las bases de la futura cosecha. Los jardineros experimentados comienzan a sembrar tomates para plántulas desde los primeros días de marzo, habiendo realizado necesariamente un trabajo preparatorio: sacrificar semillas, desinfectarlas, sumergirlas en soluciones nutritivas y endurecer. Con la ayuda de tales procedimientos, es posible acelerar la germinación de las semillas, aumentar su resistencia a las bacterias patógenas y activar todos los procesos biológicos posteriores de las plantas durante la temporada de crecimiento.
A menudo, los residentes de verano se enfrentan a una situación en la que los pepinos crecen de forma irregular: arqueados, en forma de gancho, hinchados. Resulta que para recolectar incluso frutas, no es suficiente plantar plántulas correctamente. Las condiciones creadas correctamente para la planta y el cuidado adecuado ayudan a eliminar tal fenómeno. Y para esto necesita saber cuáles pueden ser las razones por las cuales los pepinos crecen en crochet u otra forma irregular.
En el apogeo de la temporada de verano, ya aparecen múltiples ovarios de pepino. Parecería que el momento de la recolección activa está por llegar, pero la paradoja es que los pepinos dejan de madurar. Debe averiguar rápidamente la razón por la que hay muchos ovarios y los pepinos no crecen, y tomar medidas de emergencia hasta que los rudimentos comiencen a ponerse amarillos y se caigan.
Muchos residentes de verano cultivan plántulas de tomate ellos mismos, tratando de crear condiciones cómodas para ellas y proporcionar nutrición adicional. De hecho, su posterior desarrollo y fructificación depende de la nutrición de las plantas durante el período de plántula. Sin embargo, exagerar con fertilizantes puede dañarlos. Por lo tanto, es muy importante aplicar fertilizantes teniendo en cuenta el estado de las plantas y cumplir estrictamente con ciertas normas.
Las cebollas son el cultivo de hortalizas más popular que se cultiva en los huertos familiares. Las frescas y jugosas plumas verdes son un ingrediente insustituible en las ensaladas de verano; las cebollas se utilizan como condimento adicional para sopas y platos principales. Gracias a la presencia de fitoncidas y ácido ascórbico, una verdura picante es uno de los mejores remedios vitamínicos que nos protegen de muchas enfermedades. El éxito del cultivo de este cultivo de jardín depende del cuidado, un componente importante del cual es la alimentación.