fresa
La primera baya que debería deleitar a los jardineros en el verano son las fresas de jardín o, como se le llama comúnmente, las fresas. Todos esperan con ansias su cosecha, admirando el aroma y el sabor. Desafortunadamente, nuestras expectativas no siempre se cumplen: en lugar de bayas grandes y jugosas, obtenemos frutas pequeñas cubiertas con una floración incomprensible, arbustos marchitos con follaje dañado, inflorescencias ennegrecidas. Esto significa que las fresas necesitan tu ayuda y protección. Para evitar decepciones, es necesario saber identificar los problemas de las fresas en función de los signos externos y tomar las medidas adecuadas a tiempo para mantener su salud y, por lo tanto, la calidad de la fructificación.
Las fresas viven en un lugar durante 3-4 años, después de lo cual su vitalidad se extingue, la fructificación disminuye y, por lo tanto, es necesario establecer una nueva plantación. Si el jardinero está satisfecho con la variedad, no tiene sentido comprar material de siembra: puede propagar y plantar correctamente sus fresas. Por supuesto, esta cultura no es para los perezosos, requiere un cuidado constante, pero la replantación en sí no es difícil.
Las fresas son la reina de todo huerto. Para esta baya, tengo las camas más espaciosas, el tiempo libre y la billetera abierta. ¡La principal razón son los niños! No tendremos tiempo de llegar a la dacha, ya están cerca de las fresas. Las primeras bayas desaparecen en color rosa, por lo que los chicos están ansiosos por comerse su amada "Victoria". Y en invierno, la mermelada y la congelación "se van" en primer lugar. Por eso, ¡nos encantan las fresas! Y los seres queridos quieren estar mejor alimentados y utilizados. ¿Cómo alimentar a la "reina" para que recompense generosamente con la cosecha? ¡Las fresas necesitan un menú rico y equilibrado!
Lambada es una variedad holandesa para gourmets que se adhieren al principio: menos es más. Esta fresa de jardín es famosa no por su productividad, sino por su sabor. Las bayas son fragantes, dulces, incluso a medio madurar, más sabrosas que muchas variedades en plena madurez. Esta baya tiene ventajas y desventajas; al crecer, habrá que tenerlas en cuenta.
La temporada de maduración de la fresa, como un hermoso sueño, espera a todos, desde pequeños hasta grandes. La imagen de las bayas dulces y jugosas atrae como un imán. Llega el momento de la cosecha y, de repente, resulta que la fresa ha fallado: algunos frutos han sido roídos, algunos hongos se han desarrollado en los lados y el sol se asoma por las hojas perforadas. La pregunta surge involuntariamente: ¿es realmente la temporada de lluvias la culpable? Pero la fresa del vecino estaba exactamente en las mismas condiciones climáticas y se convirtió en un festín para todos.